Fernando Rueda

Cada uno siente la aventura de diferente manera.

El espía más querido de La Rosa de los Vientos se ha sometido a nuestro interrogatorio más profundo. Disfrutarlo.

Texto Patricia Hervías

Doctor en Periodismo por la Universidad Complutense, es el máximo especialista español en asuntos de espionaje. Comenzó su carrera como periodista de investigación en el diario YA y el semanario Época, y ha sido subdirector de las revistas Tiempo e Interviú. Sus principales colaboraciones en el terreno radiofónico han sido en “La Rosa de los Vientos”, de Onda Cero; y en “De Costa a Costa”, de Punto Radio. En 1983, recibió el premio Ejército a la mejor labor informativa sobre las Fuerzas Armadas. Durante veintiún años impartió clases de Periodismo de Investigación en la Universidad San Pablo CEU, materia en la que es conferenciante habitual en cursos y centros académicos. Aunque literariamente participó con Silvia Casasola en la biografía “Fuerza y honor” sobre la vida del periodista Juan Antonio Cebrián y ha escrito el divertido libro “¿Quién necesita a las mujeres?”, su mayor pasión siempre han sido los temas de espionaje. Es autor de “La Casa”, la primera obra que se publicó sobre el servicio de inteligencia español, “Espías”, “KA: licencia para matar”, “Por qué nos da miedo el CESID”, “Operaciones secretas” y “Servicios de inteligencia: ¿fuera de la ley?. Este año ha escrito su primera novela, con gran exito, “La voz del pasado” (ed. Martínez Roca, 2010).

-¿Viajar es un placer?
Es uno de los momentos más maravillosos de la vida, siempre que lo hagas convenientemente acompañado.
-Cuando viajas, sabes cuando llegas y cuando regresas…o planificas todo punto por punto.
Desde meses antes, planifico hasta el mínimo detalle la estructura del viaje. Una vez en el destino, dejo que mande la improvisación de cada día.
-De todos los lugares en los que has estado, ¿cuál ha sido el que más te ha llegado al corazón?
Sin duda Bali. Me pareció una isla mágica, de ensueño, en la que podías relajarte un día a tope en sus paradisiacas playas y al día siguiente sumergirte durante horas en sus pueblos y en la vida de sus gentes y sentir que no pertenecías a este mundo cruel.
-¿Te mimetizas con la gente de los lugares que visitas?
No. Intento disfrutar de sus costumbres y de sus tradiciones, pero soy un viajero ansioso por asimilar culturas, comidas, monumentos… a mis propias vivencias.
-¿Eres de los que come de todo?
Lo pruebo casi todo, pero espero que no te refieras a bichos raros. En el periodismo de investigación sobre espionaje ya he sufrido bastante.
-Te gusta la aventura.
A la aventura que te refieres me temo que no. Pero cada uno sentimos como aventura cosas distintas. Por ejemplo, a mí me pareció una aventura ir en un cuatro por cuatro por el desierto de Dubai.
-Siempre existe un lugar al que soñamos con ir, ¿tu?
Mis sueños han evolucionado, porque he tenido la suerte de poder viajar a las ciudades y países que más me apetecían. Me quedan algunos, pero en lo de viajar mis expectativas las voy cumpliendo pasito a pasito.
-¿Traes algo de cada viaje? ¿Y a los demás?
Uno de mis placeres es andar relajadamente por las calles de las ciudades y pararme en todo lo que me llame la atención, incluidas las tiendas. Y lo que más me gusta es comprar regalos para mi familia y sí, algún capricho para mí.
-Al regresar de cada estancia, ¿qué deja atrás?
Únicamente lo que no he podido visitar o ver. Todo lo demás, ya sean olores, gustos, sonidos y vivencias me los llevo conmigo.
-¿Un imprescindible para viajar?
Dos o tres guías de viajes, previamente bien subrayadas.
-¿Qué lugar recomendaría para nuestros lectores?
Podría decir que Bali o Dubai, dos lugares bien distintos, pero que son una experiencia vital. Aunque dada mi experiencia de espía demostrada en mis libros, en La Rosa de los Vientos y ahora en elreservado.es, aconsejaría acercarse a Londres, colocarse en la calle del Parlamento, andar cinco minutos y…hacerse una foto ante el MI5, el servicio secreto inglés.
-Un lugar para desenchufarte.
Me encantan las casas rurales llena de lujos y comodidades, con una comida local de primera, que te permiten vagar por pequeños pueblos perdidos. Me relajan un montón.

Anecdota
Soy un viajero especial, carente de cualquier rubor, lo que me lleva a mezclar sin ningún problema mis escasos conocimientos de inglés y lanzarlos cual dardos. Mi mujer, que lo habla perfectamente, y mis hijos, que se defienden, se avergüenzan de mí en cada tienda, hotel o restaurante, en el que me adelanto a ellos y me pongo a pedir algo. Sin esos momentos payasos, mis viajes no serían los mismos.

5 Rincones del Mundo
1.Bali
2.Londres
3.París
4.Dubai
5.Madrid