Los 32 rumbos - revista on line de viajes
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Destinos inquietantes / Italia
Sansevero (Nápoles)
La capilla de los códigos
Nápoles es una ciudad de secretos, supersticiones y rincones insospechados. Uno de ellos reside en esta capilla decorada por un masón y nigromante: el príncipe Raimondo di Sangro.
Texto: Josep Guijarro Fotos: Josep Guijarro

Cada vez que viajo a Nápoles no puedo dejar de visitar al escultor y pintor Lello Esposito (www.lelloesposito.com). Le gusta definirse como “artista de culto”, sus Pulcinellas, sus máscaras, el huevo o el Peperonchino de la suerte son algunos de sus símbolos más conocidos internacionalmente. Su taller radica en los sótanos del antiguo Palazzo Sansevero, un lugar tan inspirador como misterioso pues -me dice-,  que en las noches de luna llena, aquí se aparece el fantasma de la malograda María de Ávalos, asesinada y descuartizada por su marido, la noche del martes al miércoles 17 de octubre de 1590, tras haber sido soprendida -in franganti- en adulterio.Su marido, el aristócrata y compositor italiano Carlo Gesualdo, considerado una de las figuras más significativas del Renacimiento, había detectado las mentiras de su mujer  y urdió un plan para atraparla en brazos de su amante, un hombre de rara belleza aunque de valor indiscutible, llamado Fabrizio Carafa, duque de Andria. Para reparar su honor les dio muerte física... pero la historia de los amantes napolitanos ha quedado grabada a fuego en la memoria los habitantes de esta tan bella como decadente ciudad italiana.Yo nunca la he visto aunque Lello asegura haber sido testigo de sus apariciones y, lo que es más fascinante aún, me puso tras la pista de un reciente estudio de Beatriz Cecaro -una de las herederas de los Sansevero- que relaciona esta truculenta historia de infidelidad con el origen de una misteriosa capilla barroca situada a espaldas del Palazzo Sansevero y de la Piazza San Domenico Maggiore donde se alza la iglesia donde se casaron, en 1586, Maria y Carlo. Me refiero a la capilla de Sansevero conocida también como Iglesia de la Pietatella, construida en el siglo XVI y destinada -oficialmente- a servir de panteón a la familia di Sangro. Su fascinante historia incluye masonería, alquimia y nigromancia a partes iguales. Pues bien, según la hipótesis de Cecaro, basada en un escudo de armas y una inscripción colocada cerca de la estatua El celo de la religión, la capilla fue proyectada para homenajear a dos piadosas mujeres: Adriana Carafa y Maria Maddalena d'Andria Carafa, madre y viuda, respectivamente, de los amantes más famosos de Nápoles.

Raimondo di Sangro, VII príncipe Sansevero
Al menos otras tres mujeres se relacionan con el origen de la capilla, que es desde hace más de tres siglos una de las principales atracciones turísticas de Nápoles. Las dos primeras -la diosa Isis y la Virgen María- forman parte del origen mítico del edificio sagrado, la tercera, fue, probablemente, una de las principales fuentes de inspiración de su más célebre decorador, Raimondo di Sangro: su madre, Cecilia Gaetani de Aragón. Lo constatamos al leer el epitafio de su tumba, bajo la estatua más bella del panteón (junto al Cristo Velado), obra de Antonio Corradini, titulada "Pudizizia velata" (Pudor velado). ¿Quien fue, pues, el misterioso Príncipe Sansevero?
Raimondo di Sangro nació en Torremaggiore, en Puglia, el 30 de enero de 1710. Tras la renuncia de su padre hereda, a los 16 años el título de VII Príncipe de Sansevero. Pronto se apasionará por el hermetismo en el Colegio romano donde había enseñado Athanasius Kircher y estudiado Giuseppe Francesco Borri, dos grandes alquimistas.
De casta le viene al galgo porque los di Sangro tienen lazos de parentesco y amistad con personas importantes como Carlomagno, muchos prelados de la Orden de San Benito, el papa Inocencio III y hasta con algún miembro de los Caballeros Templarios
Ya adulto formó parte de la escuela napolitana de la Alquimia, se convirtió en  Gran Maestro Masón de la Logia de Nápoles y pasará noches enteras en su laboratorio, sito en el  referido Palazzo de Sansevero.
Este estilo de vida -inusual para un aristócrata-, despierta rumores y habladurías sobre sus experimentos. Entre otras maravillas, inventó un dispositivo hidráulico, una "llama eterna" utilizando compuestos químicos de su propia invención, y un carro anfibio con caballos de madera. Existe un libro, conservado actualmente en los archivos del Vaticano, que  muestra algunos de los objetos "extraños" de Raimondo. Su "leyenda negra" se acrecenta. Hablan que el príncipe podría crear la sangre de la nada y que había matado a gente para realizar experimentos oscuros.
Haciendo caso omiso de las especulaciones Raimondo continuó su camino recogiendo objetos artísticos y científicos, entre ellos dos "máquinas anatómicas" que se conservan en la cripta.

Una capilla iniciática
Y es que el proyecto iconográfico de la Cappella, diseñado personalmente por Raimondo di Sangro convierte, entre 1744 y 1766, una iglesia sencilla, en uno de los lugares más misteriosos de Nápoles.
El edificio termina siendo un santuario suntuoso con dieciocho estatuas que invitan a descubrir símbolos masónicos y mensajes esotéricos. Uno de los más fascinantes recae sobre el "Cristo Velado", una escultura hecha de mármol  que se nos antoja particularmente misteriosa. Se parece a Han Solo congelado en carbonita. Es tal la perfección del sudario transparente que envuelve a Jesús que no se nos antoja mármol, sino seda pura. Se dice que el Príncipe había inventado un proceso para la "petrificar" cuerpos humanos reales, fibras y plantas.
Otras esculturas muestran mensajes iniciáticos: La estatua de El Desengaño, que muestra a un hombre liberándose de una red, representa alegóricamente el aprendiz después de haber sido iniciado en los misterios.
El bajorrelieve a sus pies, que representa a Cristo dando vista a los ciegos, es una clara alusión al don de la luz y la verdad. 
La Capilla de Sansevero nos ofrece la posibilidad de encontrar correspondencias con las cartas del tarot: La estatua de la Liberalità , por ejemplo, con la carta 17 "La estrella"; La Educación con el arcano de 8,  "La justicia";  La sinceridad se corresponde con la "Emperatriz" (lámina 3); La dulzura con la carta número 4 "El Emperador"; El Celo de la religión con el arcano 9 "El Ermitaño"; En El dominio de sí mismo con la "Fuerza"  o La modestia trasunto de la carta 2: "La Sacerdotisa"... 
También el suelo de su última morada guarda mensaje cifrado, un laberinto creado por una sola línea blanca continua, sin juntas, que simboliza el viaje al más allá pero, también, significa ojear en retrospectiva nuestra existencia. Así podemos percatarnos de las vueltas y revueltas que se han tenido que producir para finalmente estar en este lugar preciso.
Raimondo di Sangro no dejó nada al azar. Las hermosas esculturas que decoran las tumbas de sus antepasados, especialmente los padres del príncipe, son expresiones perfectas de un impacto masónico-rosacruz-templario y visual de tal significación que dejan incluso el visitante profano, la huella de un "mensaje".El príncipe nigromante murió el 22 de marzo 1771 debido a una enfermedad generada con sus experimentos anatómicos. Su tumba, sin embargo, está vacía. Otra leyenda asegura que consiguió la fórmula de la inmortalidad.  


Reportaje publicado en nuestra edición número 52, de Mayo 2014. http://www.los32rumbos.com
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