En los altos valles del Sobrarbe, y gracias a su aislamiento, se ha podido conservar unos parajes de extraordinaria belleza con una arquitectura típica pirenaica que ha sido capaz de sobrevivir con sus tradiciones y arraigos más arcaicos. Quizás por eso, mientras subimos por la A-138 para poder llegar al parque, vamos acompañados por el río Yesa que serpentea entre pueblos que se encuentra en su camino. Posiblemente lo más curioso es el último pueblo que nos encontramos de camino a a Ordesa y Monte Perdido. Allá, las montañas acogen el pueblo de Puertolas, que se encuentra situado en el término municipal de igual nombre, antigua capital del mismo. Se encuentra a unos 1100 metros de altura y tiene una iglesia del siglo XVI. La historia cuenta que cuando se construyó la iglesia, la gran mayoría de los hombres estaban fuera por la trashumancia, tanto en invierno en los llanos como en verano en los prados de montaña, y fue en ese momento cuando se realizaron obras de arreglos de la iglesia por obreros. Tras el regreso de los hombres, se encontraron con la sorpresa de algunas de las mujeres embarazadas. Como no se encontraron otro tipo de explicación a lo ocurrido, muchas de ellas fueron castigadas con la muerte en la hoguera ya que sólo un acto del demonio podía ser responsable de tal circunstancia. Algunos de los obreros fueron expulsados del pueblo por sospechas y algunas de las mujeres fueron perdonadas. Es muy probable que toda esta historia nos llegara exagerada, por los siglos, ¿pero quién sabe?
Desde que hacia finales del siglo XVIII, los escritos y publicaciones de Ramond de Carbonnières, entre otros, comienzan a atraer a viajeros del romanticismo ávidos de naturaleza salvaje han pasado mucho tiempo, pero fue propiciatorio para que bajo petición, por parte de Lucien Briet y Pedro Pidal, fuera declarado uno de los primeros parques nacionales del mundo en 1918.
Juanjo, director de Solomonte, nos condujo hábilmente por los caminos de la naturaleza y por los curiosos nombres que por la zona ponen a algunas plantas. Recuerdo uno que aun sigue haciéndome reír, como era el Asiento de la Suegra, casi las explicaciones sobran, pero sus pichos nos pueden dar un poco idea de él porqué. Finalmente nos encontramos en el Collado de Plana Canal en el sector Añisclo. Esta zona se encuentra a 1740 m de altura y pertenece al municipio de Puértolas. En ella, con un poco de suerte, podremos ver Quebrantahuesos, la mayor concentración de estas aves en Europa, así como Águilas Reales, Alimoches, Cernícalo Vulgar, Halcón Peregrino, Águila Culebrera,... y mamíferos como Rebeco, Corzo, Jabalí, Zorro...
Por eso, tener la suerte de, en la lejanía, disfrutar de ver como los rebecos intentan subir por escarpadas paredes calcáreas compartiendo espacio con algunas parejas de jabalíes que pacen tranquilamente en los espacios verdes, es impagable. Cerca, una cascada ruge con fuerza horadando las piedras, hogar del Tritón Pirenaico que es autóctono de la zona Aragonesa.
Allá lo mejor, con unos prismáticos, es pararse un rato a disfrutar de la posibilidad de ver a la fauna de la zona disfrutando de los prados verdes, las montañas y cañones que tenemos alrededor. Y olvidar el mundo…