Los 32 rumbos - revista on line de viajes | |||
Destinos / Dubai | |||
Dubai, el emirato del futuro | |||
Rascacielos e islas artificiales a las puertas del desierto | |||
Dubai es una ciudad del futuro. Edificios imposibles, islas artificiales, visibles desde el espacio, turistas top y sus coches más lujosos y una vida nocturna sin complejos que asombra en un país musulmán. |
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Texto: Josep Guijarro Fotos: Josep Guijarro
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Contemplando los modernos rascacielos de la avenida Sheik Zayed y los cientos de grúas que aún se recortan contra el cielo de Dubai, es difícil imaginar que el mundo está en crisis. Aquí hay obras por todas partes; el tren monorraíl que abrirá al público este mes de abril, decenas de nuevos hoteles, gigantescos centros comerciales, espaciosas casas, villas, mansiones y hasta islas artificiales que dibujan una palmera si las observas desde el espacio. Todo es lujo y ostentación en Dubai, hasta las paradas de autobús tienen aire acondicionado y no es difícil encontrar circulando por las arterias de la ciudad una colección de coches de lujo que sólo hemos visto juntos en las revistas de automóviles. Y, si hablamos de hoteles, en Dubai se hallan los más exclusivos del mundo, como el Burj Al Arab, considerado el 7 estrellas de la hotelería mundial, porque cinco no alcanzaban para distinguir al hotel más alto, más lujoso y más costoso del mundo. Ha sido construido sobre una isla artificial, a 17 kilómetros del centro urbano. En lo alto, se distingue la plataforma helipuerto donde Agassi disputó un partido de tenis a Federer. De día, a través de su pared translúcida de fibra de vidrio, la intensa luz del desierto se deja ver como un resplandor sobrenatural. De noche, es el hotel el que brilla con luz propia. El Burj Al Arab, al atardecer, adquiere diferentes tonalidades que varían del azul al verde y el rosado. En la mayoría de estos hoteles se concentra la vida nocturna y la oferta de ocio de Dubai. Pero ojo, para entrar hay que hacer reserva previa. Gente guapa y excesos Dubai ofrece tentaciones propias de Occidente. La diversión se concentra casi exclusivamente en los hoteles internacionales, el único sitio donde está permitida la venta y el consumo de alcohol. El código de vestimenta suele ser informal, aunque ciertos locales prohíben la entrada en vaqueros, zapatillas o sandalias. De modo que, por si las moscas, me vestí con una camisa Carolina Herrera y un pantalón Docker y, tras reservar telefónicamente, me dirigí en Taxi hasta el Al Qasr Hotel, en la zona de Jumeirah. La entrada a su lujoso recinto me quitó el hipo. Tras atravesar la barrera, se extendía una avenida que culminaba en una rotonda decorada con una llamativa fuente de caballos dorados. Junto a ella un Ferrari, dos Rolls Royce, un Maserati e infinidad de Mercedes, BMW y Audi. ¿Dónde me he metido? –me dije- aquí me voy a dejar el sueldo tomando una copa. Previsor, me tomé un delicioso té marroquí por 30 Dirhams (unos 7 euros) en una magnífica terraza desde la que tienes una magnífica vista nocturna del Burj Al Arab. En compañía de otros periodistas españoles decidimos después dejarnos caer por el Buddha Bar, adjunto al Grosvenor House Hotel en la zona de Al Marina. Se trata de uno de los locales de fiesta más exclusivos de Dubai lleno de mujeres pidiendo guerra (algunas a precios desorbitados). Dos imponentes porteros me invitaron a dejar la cámara en la recepción. Dentro está prohibido tomar fotografías. Así que me dediqué a gozar de la noche, de la música house y de unos increíbles mohitos (10 euros) rodeado de rusas, filipinas y mujeres de bandera de otras nacionalidades. Otra opción es visitar The sanctuary, en el Hotel Atlantis. Pude conseguir una pulsera VIP para burlar los 7 controles de acceso y poder bailar house en su exclusiva terraza, donde las más espectaculares ucranianas se visten de marca de arriba abajo luciendo palmito y algo más. Si quieres ligar es imprescindible dominar el inglés. Esta discoteca ha sido diseñada por el internacionalmente reconocido arquitecto Jeffrey Beers. Hablamos de más de dos mil metros cuadrados que incluyen un club de baile (la habitación principal), salón (The Velvet Room) y terraza al aire libre (La Terraza), cada una de las secciones ofrece una experiencia única. Shopping: La experiencia Junto a la diversión, otro de los atractivos de Dubai son las compras. El área comercial de la ciudad se divide en dos: los viejos zocos de Deira y el de Bur Dubai, y los brillantes y modernos centros comerciales alrededor de Beniyas Square, Al-Rigga y Al-Hiyafa Road. Tienes algo más de 100 centros comerciales para elegir, con escaparates que lucen primeras marcas y artículos exclusivos. Abren de 9,30 a 23 horas así que, si eres de los compulsivos, tu VISA puede terminar echando humo. Las mejores compras en los grandes centros comerciales son los artículos electrónicos y la ropa de diseñadores. También merece la pena dejarse caer por el llamado barrio de las copias, donde podrás adquirir artículos de imitación a precios muy tentadores. Merece la pena recorrer las misteriosas callejuelas del mercado de las especias (Spice Souk) donde podrás regatear para conseguir el mejor precio y el mercado del oro (ver recuadro) donde sobrecoge la cantidad y calidad de las joyerías con escaparates abigarrados de collares y diademas de 24 quilates. ¡Y todo sin IVA! porque en Dubai no se pagan impuestos. Cálidas playas y arquitectura de vértigo Todo esto no hubiera sido posible sin la ayuda de unos visionarios que han convertido Dubai en lo que es hoy día: una fantasía. Nos referimos a los jeques Rashen Bin Saed Al Waktown y el emir de Abu Dhabi, Sayen Bin Sultan Al Hayan, cuya foto hallarás en muchas de las principales calles y avenidas. Hasta 1930, Dubai era un pedazo de desierto en el que malvivían en humildes casas de paredes y techo vegetal, pescadores, recolectores de perlas, pastores de cabras y comerciantes. Pero en la década de los 70 llegó el petróleo y con él la transformación de la ciudad. Pronto se erigirían los primeros rascacielos (el llamado World Trade Centre fue el primero de ellos) así como iniciativas para atraer a inversores, hombres de negocios, famosos y turistas. La culminación de este sueño son las llamadas Islas palmera que algunos osan en calificar como la “Octava maravilla del mundo moderno”. La primera de ellas ha añadido 78 Km. de costa a los 72 que tenía Dubai de forma natural. “Cuando el proyecto esté acabado –cuenta Ana McGovern de la compañía Nakheel- Dubai poseerá 1.000 kilómetros de costa”. Para que os hagáis una idea, sólo en el tronco de esta isla palmera hay 2.500 apartamentos. Con todo, el proyecto más ambicioso de Nakheel es la construcción de 300 islas artificiales que dibujarán el perfil de los continentes del planeta Tierra. The World, como lo han bautizado, está en fase de construcción todavía pero sus promotores aseguran tener vendido el 70% a la friolera de 20 a 80 millones de dólares por islita. (www.theworld.ae). Otro de los atractivos arquitectónicos de Dubai lo constituye el barrio financiero y sus vertiginosos edificios. Sobresale entre ellos el Bur Dubai, la torre más alta del mundo, que posee 818 metros de altura que estará completamente terminado en junio de este año. Junto a estos modernos edificios sorprende hallar otros de arquitectura tradicional. No dejes de visitar la Mezquita Jumeirah, una de las más grandes y atractivas, construida en piedra según la tradición medieval de Fatimid. Posee dos minaretes y una majestuosa cúpula. Se trata de uno de los edificios más fotografiados de Dubai y la única mezquita a la que pueden entrar –como grupo organizado- los turistas no musulmanes. Otro ejemplo de arquitectura tradicional lo constituye la casa de Sheikh Saeed Al-Maktoum, una de las más antiguas de la ciudad, construida en arenisca en 1896. Finalmente visita El Fuerte Al-Fahidi, junto al Creek, que alberga el Museo de Dubai. Data de 1799 y fue convertida en museo en 1970. Y ya que estamos en el Creek, la ría que penetra en Dubai y culmina en un lago de agua salada, concédete un paseo para ver los yates o, mejor aún, utiliza alguna de las embarcaciones para navegar por él y contemplar la espectacular iluminación nocturna mientras cenas a bordo. La ambición de Dubai es competir con Singapur y Hong Kong como centro mundial de negocios, y con Las Vegas como capital del entretenimiento. Mientras medio mundo se encuentra en recesión, en este emirato siguen creciendo a buen ritmo y ofreciendo diversión, glamour y lujo así como estructuras propias del futuro. Un sueño que, por desgracia, no está a la altura de todos los bolsillos. |
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Reportaje publicado en nuestra edición número 1, de octubre 2009. http://www.los32rumbos.com Todos los derechos reservados. |
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