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Navegando Bélgica y Alsacia | |||
Recorrer los mercadillos de Navidad de Europa... en barco | |||
Las fiestas de Navidad se viven de un modo especial en las ciudades europeas. Es un buen momento para descubrir estas urbes llenas de vida engalanadas para recibir la Navidad y el Año Nuevo. |
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Texto: Enrique Sancho Fotos: Open Comunicación
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Recorrer algunos de los mercadillos europeos de Navidad se ha convertido en una tradición para mucha gente, pero hacerlo navegando por los ríos que atraviesan esas ciudades realizando un confortable crucero fluvial, es una forma original y muy atractiva. El mayor especialista en cruceros fluviales de Europa, Croisi Europe, tiene diversas propuestas que permiten visitar algunas de estas ciudades y disfrutar de su ambiente navideño, mientras se realiza un corto crucero en uno de sus confortables barcos. CroisiEurope dispone de una flota de 26 barcos que navegan por los más bellos ríos de Europa. Todos ellos están decorados con sumo cuidado y equipados con las últimas tecnologías. Son muy espaciosos y luminosos y ofrecen un ambiente acogedor y refinado. Su capacidad varía entre 100 y 180 pasajeros. La compañía es líder europea en turismo fluvial, debido tanto a su dinamismo, calidad y precios como a su sentido de la innovación, ya que la mayoría de sus embarcaciones tienen menos de seis años. Todas sus cabinas son exteriores y climatizadas. Están equipadas con televisión por satélite, caja fuerte, radio, secador de pelo y baño con ducha. Los barcos disponen de un salón-bar y un restaurante donde disfrutar de la gastronomía, uno de los factores principales de su éxito. Un crucero fluvial es el más cómodo y despreocupado medio de conocer otros países, otras formas de vivir. El hecho de recorrer Europa admirando ricas culturas, que se fueron originando al calor de las cuencas de sus ríos, es una experiencia tan atractiva como inolvidable. A bordo todo son facilidades. Se trata de unas verdaderas vacaciones en libertad deleitándose con el paisaje, charlando con los amigos y descansando. No hay que angustiarse para encontrar mesa en un restaurante, ni buscar transporte para ir más rápido o llegar a tiempo, no hay que estar pendiente de la seguridad. Los cruceros fluviales tienen atractivos importantes: visitas a pie (ya que los muelles están en el corazón de las ciudades), atmósfera familiar, lo que permite mejor comunicación y convivencia con el resto del pasaje, la práctica imposibilidad de marearse dada la estabilidad de cauces fluviales regulados por esclusas, etc. Y cuando la travesía resulte algo tediosa o los elementos atmosféricos no acompañen, nada mejor que un buen libro, una agradable música o una copa para relajarse y disfrutar del tiempo libre. Los mercadillos más animados Sin duda uno de los países que vive la Navidad con más intensidad es Bélgica. Todas sus ciudades se visten de fiesta, se llenan de puestos con adornos y productos típicos y estrenan espectaculares iluminaciones. Del 30 de noviembre al 6 de enero, la capital belga, Bruselas (www.visitbrussels.be) celebra su célebre mercadillo navideño y una serie de festejos en torno a él, bajo el título genérico de “Placeres del invierno”. Es, sin duda, uno de los más célebres y coloristas y ha sido reconocido en varias ocasiones como uno de los más originales de Europa. En el centro de la ciudad, en torno a la Grand Place, la vecina plaza de Sainte Catherine, del Vismet, la Bolsa y las calles próximas se reúnen unos 240 puestos en forma de cabañas, que, además de los artículos típicos de estas fiestas, venden artesanía, artículos internacionales y una amplia muestra de propuestas gastronómicas. Pero además del mercadillo, no hay que perderse la decoración navideña de la capital belga y el árbol navideño gigante, así como una interpretación clásica de la escena de la natividad. En Brujas, el mercadillo se monta en Simon Stevinplein, pero lo que más llama la atención es el Festival de esculturas de hielo y nieve inspiradas en los cuentos de Harry Potter, El Señor de los Anillos y El Hobbit. Magic Ice traslada a la época inmortal de hechiceros y magos. Hay que dejarse guiar por la piedra filosofal del Palacio de Hielo, conociendo a los animales legendarios del laberinto de nieve y situarse cara a cara con el dragón de invierno. En la barra de hielo se puede disfrutar de un “hartverwarmertje” on the rocks, claro. El sábado 8 de diciembre se celebra la Fiesta Inaugural que da pie al mercado de Navidad en varias plazas del centro de Amberes y que dura hasta el 31 de diciembre. En la Groenplaats montan una carpa de espejos, junto a decoración navideña, teatro callejero, música y carrusel. No hay que olvidar la pista de patinaje, la noria gigante en la terminal de cruceros o el árbol de navidad de la Grote Markt. Croisi Europe propone un crucero de tres noches visitando los principales atractivos de estas tres ciudades, además de sus mercadillos navideños con salidas el 9 y el 12 de diciembre y precios desde 435 euros por persona, incluyendo todas las comidas desde la cena del primer día al desayuno del último, las visitas guiadas de Bruselas, Brujas y Amberes, los traslados en autocar hacia los mercados de Navidad, alojamiento en cabina doble exterior con ventana y baño completo, pensión completa y animación a bordo, asistencia, seguro y tasas portuarias. En las orillas del Rin Alsacia, una región entre Alemania y Francia y que se extiende a lo largo del Rin se convierte en una continua postal navideña. Aquí las tradiciones se conservan como si estuvieran recién creadas; como si no hubieran pasado ya siglos desde la Edad Media y desde que nació Hans Trapp, el antepasado de Papá Noel. Alsacia está llena de tesoros pero es en Navidad cuando se viste con sus mejores galas. Cada uno de los mercadillos en sus diversas ciudades revela la riqueza de las preparaciones de Navidad y ofrece su particular poesía en medio de una naturaleza singular y variada. Pueblecitos de ensueño engalanados con decoraciones navideñas, vino caliente con especias para vencer el frío, pan de jengibre... Los mercados de Navidad de la Alsacia se visten de fiesta en diciembre. Una invitación a los más pequeños, pero también, una gran oferta gastronómica local para los mayores. Todos los habitantes de esta pequeña región salen a la calle a montar sus tenderetes con productos gastronómicos, decoraciones típicas de las fiestas, disfrazarse y demostrar al visitante que la Navidad puede y debe seguir siendo mágica. Es en la capital de Alsacia, Estrasburgo, donde la magia está en su punto álgido. El mes de diciembre es sobre todo un enorme mercado navideño. Es un ambiente único, especialmente al final de la tarde. Según cae la noche, el sol desaparece, pero todo comienza a brillar. Los escaparates se iluminan, las decoraciones adornan las fachadas de los edificios, los aromas de las especias y la canela acarician lel olfato y los villancicos llenan los coros de las iglesias. El mercado navideño abarca varias calles y plazas del centro de la ciudad, en concreto la Plaza Broglie y la Plaza de la Catedral. Cientos de tenderos y de vendedores ambulantes venden decoraciones para nacimientos y árboles de Navidad, así como regalos y dulces, buñuelos, vino caliente y mucho más. El llamado Christkindelsmärik se celebra desde 1570 e impresiona tanto por su tamaño como por el maravilloso marco en el que está situado, al pie de la catedral gótica de Estrasburgo y la ciudad vieja. Este mercado está consagrado sobre todo a la artesanía y a las decoraciones navideñas. Por estas fechas, las calles de Estrasburgo huelen a barquillo, naranja, canela, crepes y anís, y se llenan de niños y mayores deslumbrados ante el espectáculo y los villancicos. Es el mercadillo más visitado de toda la Alsacia pudiendo llegar a resultar un poco agobiante en horas punta. Así que nada mejor que alejarse del centro y perderse en La Petite France, un encantador barrio lleno de casas con entramados de madera decoradas con autenticas coronas de adviento. Aquí se encuentran originales tiendas de Navidad y pastelerías con los escaparates repletos de dulces típicos cuyas centenarias recetas han sido heredadas de padres a hijos. El mercado navideño de Colmar es uno de los más exóticos y auténticamente alsacianos. Su casco histórico se adorna e ilumina como un cuento de hadas. Aquí y allá se ven ramas de acebo y abeto adornadas con cuatro velas que simbolizan cada una de las semanas que preceden a la Navidad y que, según la tradición, protegen de los maleficios. El centro de la ciudad antigua, muy bien conservado, alberga edificios de estilo gótico alemán y primer Renacimiento, así como un gran número de antiguas iglesias, museos... que en esta época se embellecen más que nunca gracias a la iluminación navideña. Cada año, los habitantes de Colmar participan en un concurso de decoración, rivalizando en imaginación a la hora de adornar las fachadas de las casas y los escaparates de las tiendas. Además, multitud de actividades son propuestas a los visitantes de la ciudad: conciertos y animaciones musicales, misas de Navidad, animaciones festivas... Al borde de los canales se podrá saborear un “bredle” al anís con un vaso de vino caliente con naranja y canela... Impresionante escenario en Friburgo En la capital de la Selva Negra, el centro histórico de Friburgo ofrece también uno de los más bellos mercados de Navidad de Alemania, país donde existe una magnífica tradición. En la Plaza del Ayuntamiento, en el corazón del casco antiguo, el Mercado de Navidad de Friburgo está considerado uno de los más bonitos de Alemania. Este tradicional mercado no sólo cautiva a los habitantes de Friburgo, sino también a miles de visitantes que van cada año dispuestos a dejarse embriagar por su especial encanto. El atractivo de este mercado radica tanto en el impresionante trasfondo, gracias a la belleza de los edificios históricos que lo rodean, como en el gran surtido de productos que se ofrecen en el mercado. Rodeado por el claustro gótico del antiguo monasterio franciscano, por la iglesia “Martinskirche” y por las bellas fachadas recientemente reformadas de los dos ayuntamientos, se agrupa un mercadillo navideño de ensueño, durante las cuatro semanas anteriores a Nochebuena. El Mercado de Navidad de Friburgo está muy unido a la tradición de los mercados navideños de la Selva Negra. En las estrechas callejuelas del mercado, numerosos carpinteros, joyeros, sopladores de vidrio, alfareros y otros hábiles artesanos atraen cada año las miradas de los visitantes. Y sobre todos ellos flota el agradable aroma de las tradicionales pastas navideñas alemanas (como el “Lebkuchen”), del típico vino caliente (“Glühwein”), de las especias, de las almendras garrapiñadas, de las castañas asadas y de las deliciosas especialidades de la región como los embutidos ahumados de la Selva Negra, la pasta de patata (“Schupfnudeln”) y el chucrut con bacon (“Specksauerkraut”). La compañía Croisi Europe propone diversos cruceros por las zonas norte y sur de Alsacia y por la Selva Negra. Todos son de cuatro días/tres noches y hay salidas frecuentes con puerto base en Estrasburgo desde el 28 de noviembre al 17 de diciembre. Los precios por persona oscilan entre 332 y 408 euros. Además de las visitas a las ciudades con su mercadillos, se incluyen otras a talleres de relojes de cuco y alfarerías, fábricas de cristal soplado, bodegas, etc. Algunas de las comidas se realizan en los lugares que se visitan, aunque las cenas son siempre en el barco. Esta compañía programa también diversos cruceros en Navidad (Guadalquivir, Venecia, Burdeos, Ródano, París y valle del Sena, Bégiba, Rin y Danubio) de entre tres y cinco noches con precios que varían entre 332 y 1079 euros. Igualmente hay cruceros de fin de año en los mismos ríos y ciudades en condiciones y precios similares. |
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Reportaje publicado en nuestra edición número 36, de Diciembre 2012. http://www.los32rumbos.com Todos los derechos reservados. |
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