Dicen que las mejores puestas de sol se ven desde la bahía de Beau Vallon, en la Isla de Mahé, mientras el astro rey se oculta lentamente tras la isla vecina de Silhouette. Yo estoy decidida a ser una de las privilegiadas que disfruten de este extraordinario espectáculo dentro del hotel Hilton Seychelles Northolme Resort and Spa. Y realmente no me extraña nada que este lugar se convirtiera en refugio inspiracional para escritores como dramaturgo Noël Coward o el inigualable Ian Fleming, padre de James Bond, que escribió aquí "Sólo para tus ojos".
El paraíso No es un lugar cualquiera, pues ya existía desde la Primera Guerra Mundial, y fue el grupo Hilton el que rescató el hotel en 2006 para crear un espacio lleno de pequeños paraísos personales, donde disfrutar a cada momento de la estancia en Seychelles. Y es en este punto donde se pone el énfasis, ya que desde que entras por la puerta y te acompañan a tu lujoso chalet individual, el trato es personalizado para cada huésped. Abres la puerta del mismo y las gigantescas cristaleras que te separan del exterior, se lanzan al infinito del mar. Ya sea desde la habitación, con su cama de dosel, como desde el cuarto de baño, el océano se abre frente a ti. Imagina que relax el tomarte jacuzzi mientras el sol desaparece lentamente en el horizonte. Dejo la maleta y me dispongo a recorrer palmo a palmo esta pacela del paraíso, construido en un promontorio rocoso para hacer así, más sencilla, su situación frente al mar. El complejo consta de 40 villas situadas en dos zonas diferentes, catorce de luxe frente al mar y veintiséis situadas en un plano más elevado con vistas al océano. Todas construidas y decoradas en estilo Seychellois, usando colores cálidos y combinando elementos contemporáneos de influencias coloniales y materiales naturales como la madera. Sin olvidar la Fleming Suite, llamada así porque fue el lugar donde se quedó e inspiró el autor. Hay que reseñar que este es el Hilton "más pequeño" de los que existen hasta el momento. Camino disfrutando de los olores de las flores, para acabar en una escalera que me lleva directamente a una pequeña playa de arena extremadamente fina y blanca, en la que las tumbonas están estratégicamente colocadas implementándose perfectamente en el paisaje lleno de rocas graníticas y un mar transparente que te llama sin descanso como si de una sirena con sus cantos hipnóticos se tratara. La otra se encuentra bajo las villas de lujo, directamente mirando al mar.
Espacios comunes Aprovechando siempre la situación privilegiada en la que fue construido, la piscina infinita de la que dispone el hotel, te invita a que te sitúes en su borde y veas pasar los barcos en la lejanía, las aves de un lado a otro y si tienes suerte, algún delfín saltará para saludarte, sin olvidar los murciélagos gigantes que salen al atardecer. El ocaso pinta de colores cálidos el cielo y las aguas toman intensos tonos. Encima de la piscina, se encuentra ubicado el Spa donde los tratamientos son realizados por auténticos terapeutas balineses y de la mano de la prestigiosa marca Duniye incluyendo hierbas criollas, especias y esencias de flores, todo ello bañado por el sonido del océano golpeando las rocas para que nos evadamos de los problemas que podamos seguir teniendo en la isla. Estoy paseando por un verdadero paraíso; cocoteros, aves exóticas, sonrisas por todas partes. Y llego así a la zona de restaurantes. Tienen tres diferentes, uno llamado Cocotiers, que es a la carta y para las cenas. Otro, que es un bufé panorámico en el que cada noche se propone un tema para la cena (comida internacional, criolla, mariscos, indi, oriental, asiática...) se trata verdaderamente de un bufé gastronómico de alto nivel, allí también se desayuna y se come. Como todo el hotel, las vistas priman y estos dos restaurantes no son la excepción. Pero si somos de los que a la hora de comer no gusta tomar algo frugal, el Ocean View Bar and Deck, nos propone snacks ligeros, aparte de poder ir a tomar un cocktail o bebida cuando lo deseemos. Lo mejor, es que todos los viernes, se puede disfrutar de espectáculo musical o de sesiones de cine al aire libre. Pero si eres de los que prefiere sentarse a leer un libro antes de acostarse, puedes pasar un rato por el "Nido del Cuervo", que es un espacio multifuncional en el que entraras desde una mesa de billar, juegos de mesa, televisión de plasma y sobre todo libros y prensa para pasar un rato. Lógicamente, en este lugar las visitas al fondo marino con instructores de snorkel son obligadas, una jornada completa en el mar pescando, cenas románticas en tu propia habitación, cruceros para ver atardecer con una copa de champagne o una boda en la playa marcan la diferencia. El Hilton Seychelles Northolme Resort and Spa, está dispuesto a hacer que todos tus sueños se hagan realidad. La tarde toca a su fin, y el cielo adquiere colores inesperados. Dejo que el espíritu de Mahé, la isla, me invada y me dispongo a disfrutar de la puesta de sol de la que tanto me han hablado. Me voy a mi chalet, salgo a la terraza y sentada en una blanca tumbona espero a que nuestra estrella brillante desaparezca en el horizonte. Yo disfrutaré del hotel esta noche...
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