Situado en el corazón de Lisboa, en plena Avenida Liberdade, este hotel, es la joya de la corona de la cadena Fontecruz. El hotel Fontecruz Lisboa es el primer establecimiento de Portugal que forma parte de la "Autograph Collection" de la cadena Marriot. Se trata de un ambicioso proyecto realizado por la interiorista española Eva Almohacid y el joven hotelero Diego Ortega, y constituye una auténtica muestra de cómo la vanguardia y el amor por los elementos tradicionales pueden encajar a la perfección en un hotel pensado por y para el viajero de hoy. Desde la amplitud de las habitaciones, con un total de 72 estancias y suites que ofrecen un lujo y confort en toda regla, al especial cuidado por la elección de los detalles artesanales portugueses, hacen del lugar un paraíso para los huéspedes con espíritu urbanita, donde poder disfrutar de todas las comodidades de un hotel de cinco estrellas mientras comparten esta pasión por el diseño y el arte. Queda palpable en su fachada, que mezcla el estilo clásico de los azulejos portugueses con la vanguardia de las ventanas enmarcadas en neones rosa, este aperitivo resulta rompedor incluso antes de cruzar sus puertas. Los tonos envolventes y una visión de elegancia contemporánea animan los espacios comunes. Las opciones gastronómicas incluyen un restaurante, un champagne-bar frente a la recepción y una zona de chimenea. La terraza completa la oferta culinaria con una magnífica variedad de ambientes donde disfrutar tanto de día como de noche. Y es que merece la pena probar la oferta gastronómica de The Bar Small & Delicious, que es el nombre que recibe el restaurante fusión del hotel. Posee una capacidad para 72 comensales y sirve platos y tapas españolas con ingredientes típicos de la tierra. Así nos encontramos con el mejor exponente de comida mediterránea-lussa que puede encontrarse en Lisboa. Sus muebles de estilo vintage y una gran barra para disfrutar de las creaciones más sofisticadas de su cocina y de su gran variedad de cócteles, se nos antojan propios de un ambiente industrial... pero de vanguardia. No se queda atrás la terraza, nexo de unión entre el edificio de la Avenida da Libertade y la rua da São José —famosísima calle de anticuarios—. Representa un auténtico oasis urbano organizado a base de un sistema de bancales, donde su primera plataforma se abre al interior del restaurante con unas gigantescas cristaleras.
El viajero como protagonista En The Fontecruz Lisboa Hotel se han cuidado al máximo todos los detalles para crear un lugar de encuentro para viajeros venidos de todas partes del mundo. Todo el hotel rinde homenaje al viajero; en los globos del mundo de las cristaleras de entrada, en los mapamundi, cuajados de relojes que nos indican el uso horario de los diferentes paralelos. Y sobre todo, en el símbolo elegido para definir la filosofía de este hotel: una muestra de postales de principios del siglo, que encontramos expuesta junto a los ascensores, y que han sido recuperadas en librerías de lance de distintas ciudades europeas y americanas.
Habitaciones Las habitaciones son espaciosas. En esas grandes dimensiones, junto a guiños a la figura del viajero, como los baúles que ejercen de mesillas, presiden la estancia los cabeceros con sus imágenes clásicas en blanco y negro, cada una diferente: son las antiguas postales de las que ya nos topamos una muestra en el lobby. Estas imágenes nos muestran los puntos clave de la ciudad (Chiado, Restauradores, Belem, el Castelo de São Jorge, la misma Avenida da Liberdade…) tal como las conocieron los antiguos viajeros de hace más de un siglo, que en ocasiones anotaban sobre ellas una despedida o un consejo a los seres queridos a los que iban enviadas. A sus pies quedan las camas vestidas de blanco inmaculado, junto a mullidas butacas y muebles de época. Un conjunto como una verdadera invitación al descanso.
Servicios De las 72 habitaciones del hotel hay que destacar que seis son Suites y una de ellas presidencial. Con vistas a la señorial Avenida Liberdade, o bien al espacioso y agradable jardín interior y barrio de Castelo de Lisboa. En todo caso siempre insonorizadas y climatizadas con televisión de plasma y conexión wifi a internet. Y además, con la posibilidad de recibir en la habitación la prensa diaria, distintas opciones de desayuno o bien pedir una cena para descansar como en casa. El hotel también cuenta con salas de conferencias y parking (accesible desde a rua da São José). Dada su proximidad a muchos de los principales lugares de interés y a algunas de las mejores tiendas de lujo del mundo, Fontecruz Lisboa goza de una ubicación perfecta tanto para la cultura y las compras, como para los amantes de la naturaleza y el mar.
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