La tranquilidad no está reñida con la historia y un buen ejemplo lo constituye la portuguesa Hospedaria do Convento, un antiguo monasterio reformado como confortable lugar donde reposar nuestros cansados cuerpos. Se sitúa en la bella región del Alentejo, muy cerca de la frontera española, en lo que fue un antiguo convento Benedictino que, al poco de formarse, pasó a formar parte de la conocida orden del Císter. El antaño convento de Santa María de Aguilar se constituyó como parte portuguesa en 1297, en el famoso Tratado de Alcañices, y finalmente fue durante la desamortización de 1834 cuando todas las posesiones eclesiásticas se vendieron a particulares. Ésta fue adquirida por don Manuel Marçal y, después, pasó a manos de sus descendientes, que también la usaron como lugar de residencia habitual junto con los huéspedes. A finales del siglo pasado se acometieron obras para poder alojar a todo aquel que quisiera pasar unos días en un histórico lugar. Es un espacio al que también tiene especial cariño el pretendiente al ducado de Braganza, y la corona portuguesa, Don Duarte.
Arquitectura cisterciense El complejo tiene una arquitectura magnífica, coronado magistralmente por la Iglesia que sobresale de la construcción. Es una obra donde se puede observar el comienzo del paso al gótico pero que, sobre todo, evoca austeridad entre las líneas del románico. Estamos frente a un Monumento Nacional, quizás el más destacado ejemplo de la primitiva arquitectura cisterciense en el país luso. De ahí podemos tener a mano todos sus edificios aledaños, la Sala Capitular o la loggia, donde podremos encontrar marcas de cantero muy curiosas en casi todas las piedras, y un hermoso escudo de armas en el que aparece la flor de lis. Si a este paraje le aunamos la localización y las hermosas vistas, estaremos en el lugar perfecto para desconectar. Sin poder olvidar que ya en el siglo XXI, tendremos la posibilidad de pasear en lo que antaño pudo ser el claustro y que ahora se encuentra cerca de una gran piscina que en los calores del verano se agradecerá, y que tras el atardecer se iluminará dando paso a una idílica visión. En invierno, cuando arrecia el frío, la recepción/bar nos acogerá con su hogar encendido en un hermoso salón decorado al gusto de sus dueños, lógico ya que ellos viven allí todo el año, y que ofrece una sensación de calidez acorde con las sonrisas que encuentras. La loggia, es como también han llamado al comedor, en la planta segunda del edificio principal, cuenta con un acristalamiento entre columnas que nos da la posibilidad de disfrutar de la buena comida portuguesa con un marco incomparable, al poder ver de lejos el bello pueblo de Castelo Rodrigo, siendo parada inevitable. No sólo podremos comer las maravillas que hacen con el bacalao, sino que si somos algo curiosos con el vino, y nos gusta, tienen una bodega propia donde los vinos de Aguilar, de unos viñedos de más de 100 hectáreas, satisfarán al paladar más exquisito, teniendo en cuenta que aun sólo producen para el mercado portugués. Y sin olvidar disfrutar, y dentro de la misma casa, de la biblioteca familiar. Una hermosa estancia igualmente embellecida por el calor del hogar, que nos invitará a recorrer los cientos de volúmenes, algunos valiosísimos, que harán que disfrutemos de la estancia en cualquiera de sus siete habitaciones, perfectamente acomodadas, tal vez en su apartamento de dos cuartos, o en aquellos otros tres del otro ala, que dan directamente a la piscina.
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Dirección: Hospedaria do Convento www.hospedariadoconvento.pt Convento de Santa María de Aguiar Figueira Castelo Rodrigo. Tel.: +351 271 311 819 Coordenadas GPS: Lat: N 40º 52’ 37’’ Long: W 06º 56’ 31’’
Habitaciones Dispone de 7 habitaciones, 1 apartamento con dos habitaciones (incluye cocina, baño, salón con chimenea y balcón) y 3 habitaciones más al lado de la piscina. Todas ellas tienen teléfono, televisión, secador, etc…
Restauración El restaurante la Loggia, ofrece cocina típicamente portuguesa, en la que no puede faltar el bacalao y otras exquisiteces a base de verduras.
Servicios Posee calefacción central, bar, sala de estar, restaurante, piscina y baño turco. A parte de un servicio de actividades alternativas que cuentan con un paseo por el río Duero, caminatas, paseos en burro y visitas a las aldeas históricas. |