Las cuevas de Altamira, cuyas pinturas son conocidas como la “Capilla Sixtina del arte rupestre”, al remontarse entre 14.000 y 20.000 años, podrán ser visitadas de nuevo, de forma limitada. Así lo han acordado los miembros del Patronato de la cueva, encabezados por el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla y la ministra de Cultura, Ángeles González Sinde, en la reunión mantenida esta semana en la sede del Museo Nacional y Centro de Investigación de Santillana del Mar. Altamira, que permanecía cerrada desde hace ocho años para garantizar su estado de conservación, será objeto de estudio por parte de un grupo de trabajo, que estará integrado por miembros de la Comisión Permanente del Patronato y que se reunirá por primera vez el 11 de junio. El objeto de esa reunión será presentar ante el Pleno, a finales de año, una propuesta sobre el régimen de visitas condicionadas. Este Patronato decidirá junto con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), un programa futuro de visitas dentro de los parámetros microambientales. Estos parámetros no se deberán nunca sobrepasar y deberán ser revisados periódicamente, garantizando así la conservación integral de la cueva y de sus pinturas.
Asimismo, los expertos determinarán la instrumentalización y monitorización necesaria para un correcto seguimiento sobre la afectación de las visitas, fijando un régimen de acceso que permita establecer la relación entre el tráfico de entrada a la cueva y las variables que inciden en su proceso de deterioro. Por parte de Cantabria, su presidente, Miguel Ángel Revilla, ha mostrado su enorme “alegría” por esta decisión, enfatizando la necesidad de que las condiciones de apertura cumplan “con todos los requisitos y garantías para un bien excepcional que hay que cuidar y mimar”. Además, ha expresado su intención de enviar una carta al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, para que sea el primer visitante de Altamira tras su reapertura, una vez conocido su interés por visitar la cueva.
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