|
Una de las pinturas antes y después del "lavado". |
Petra ha vuelto a sorprender al mundo después de que expertos conservadores británicos hayan rescatado unas espectaculares pinturas murales con dos mil años de antigüedad en unas de las cuevas de esta ciudad nabatea. De estilo helénico, las pinturas se suman a los atractivos de esta ciudad labrada en piedra que ha sabido conservar durante siglos su belleza original. Según el profesor David Park, un eminente experto en pinturas murales del Courtauld Institute in London, restaurador de las obras, “estas pinturas dejarán a muchos con la boca abierta”. Los expertos tuvieron que retirar los años de hollín, humo y suciedad que cubrían las paredes de las cuevas, desvelando pinturas cuya excepcional calidad artística y belleza podrían superar algunas de las mejores pinturas romanas de Heraculaneum, inspiradas por el arte helenístico. La importancia de este descubrimiento se debe a que hoy en día prácticamente no sobreviven pinturas helenísticas y algunos fragmentos solamente insinúan las obras de arte que fueron, revelando poco de sus colores y composiciones. La complejidad naturalista de las pinturas halladas en Petra es tal que las especies de las flores, los pájaros y los insectos llenos de vida pueden ser identificados. Los trabajos de restauración de las pinturas duraron tres años. Entre las escenas representadas se han identificado tres tipos de vides, uvas, hiedras y enredaderas –todas relacionadas con Dionisio el antiguo dios griego del vino-, además de pájaros, que incluyen una grulla demioselle y un pájaro palestino con deliciosos colores. Las escenas están cargadas con figuras querubinas, un niño con alas tocando la flauta sentado en carrito de vid, otros cogiendo frutas y espantando a los pájaros que picotean las uvas. Son excepcionales por su sofisticación, extensa paleta y los lujosos materiales empleados, que incluyen hojas de oro.
El tesoro nabateo Petra, la ciudad rosada, es uno de los sitios arqueológicos más famosos del mundo, donde antiguas tradiciones orientales se combinan con arquitectura helénica, monumentales obras esculpidas en arenisca roja sólida. Nombrado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1985, fue la capital de los nabateos, floreciendo como centro económico y religioso desde el tercer siglo antes de Cristo durante unos cuatrocientos años. Su ubicación en las montañas Shera fue un importante cruce para Arabia, Egipto y Siria-Phoenicia. Las pinturas se encuentran en un cañón poco conocido llamado Siq al-Baird en Beida y apodado “Pequeña Petra”, a unos 5 km del sitio principal de Petra. Ahora, al tratarse del más importante ejemplo de arte nabateo sobreviviente, estas pinturas están consideradas entre los más notables tesoros de Petra y se convertirán en una de las principales atracciones turísticas. Las pinturas se encontraron dentro del "biclinium", la zona del comedor formado por una habitación principal y una zona de recreo, donde se piensa que tuvo lugar el ritual de comer. Los detalles más espectaculares cubren la bóveda y las paredes de la zona de recreo. Petra era un lugar de retirada para los nabateos ricos. El terreno circundante contiene muestras evidentes de antiguas viñas y lugares para el presionado de las uvas, lo que explica el motivo de las pinturas. El historiador griego Strabo ya transmitió un sentido de su riqueza cuando escribió: “Los nabateos son gente razonable y tienen tanta tendencia a adquirir posesiones que públicamente multan al que haga disminuir sus posesiones.” Según el profesor Park, "la calidad de las pinturas es equiparable al lujo de sus materiales, que incluyen dorados y esmaltes translucidos. Es la única pintura mural figurativa sobreviviente (in situ) de la civilización nabatea que creó Petra. Nos proporcionan una increíble rara visión del estilo de vida de esta anciana y no muy conocida civilización.”
|