| Una de las piezas | "Un pequeño cofre de madera descubierto en una capa superior del túmulo de Omourtag (en el noreste de Bulgaria) contiene huesos quemados y exquisitas ofrendas de oro que fueron envueltas en una tela de hilos de oro", explicó la responsable de la expedición arqueológica Diana Guergova. Una diadema con cabezas de leones y animales fantásticos, pulseras, un anillo con un relieve de Eros, el dios griego del amor y de la fuerza creadora y adornos de riendas de caballo forman parte de este tesoro de los Getas, una de las tribus tracias que habitaba en el sureste de Europa del segundo milenio antes de Cristo hasta el siglo III después de Cristo, añadió. "El tesoro se encuentra en el túmulo más alto, lo que marca el apogeo de la cultura de los Getas", quienes vivían a ambos lados del Danubio. Este túmulo forma parte de la misma necrópolis que alberga la tumba de Svechtari (noreste), del siglo III antes de Cristo, descubierto en 1982 y que forma parte del Patrimonio Mundial de la UNESCO, Guergova ya descubrió entre 1992 y 1996 en este mismo túmulo una tumba con columnas dóricas o el esqueleto de un caballo enterrado en el marco de unos funerales getas. Sin embargo, las excavaciones fueron interrumpidas por falta de fondos. La arqueóloga está convencida de que la tumba de un rey tracio será descubierta en este túmulo durante próximas investigaciones. "Nuestro hallazgo ilustra el esplendor de este enclave de los Getas, una tribu que, con sus ideas sobre la inmortalidad del alma, influyó a tribus de Europa Occidental como los Celtas". Varias tribus celtas dejaron huellas de su paso por el sureste de Europa, especialmente objetos de cerámica, precisó Guergova.
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