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Imagen de uno de los arcos del hospital medieval | La estructura descubierta en la ciudad vieja de Jerusalén es solo una pequeña parte de lo que fue el gran hospital. Su arquitectura se caracteriza por numerosos pilares y bóvedas ribeteadas de más de seis metros, lo que sugiere que fue una amplia estancia compuesta por pilares, habitaciones y pequeñas salas. El complejo pudo abarcar un área comprendida entre la hectárea y media. El edificio, propiedad del Waqf, la autoridad de bienes inalienables islámicos, está situado en el corazón del barrio cristiano de la ciudadela antigua de Jerusalén, en una zona conocida como “Muristan” (una desviación del la voz persa para hospital). Hasta hace aproximadamente una década, servía como bullicioso mercado de frutas y verduras, aunque desde entonces había quedado en desuso. Los responsables de la excavación, Renee Forestany y Amit Reem, han investigado en documentos para conocer la historia del centro. “Hemos obtenido datos en antiguos escritos, la mayor parte de ellos en latín”, aseguran, y explican que éstos mencionan la existencia de un sofisticado hospital construido por una orden militar cristiana denominada la “Orden de San Juan del Hospital en Jerusalén”. Sus integrantes prometieron cuidar y atender a los peregrinos en Tierra Santa, y cuando fuese necesario sumarse a los combatientes cruzados como unidad de elite.
Con capacidad para 2.000 personas Al igual que los modernos hospitales, el edificio estaba dividido en diferentes alas y departamentos según la naturaleza de las enfermedades y condición de los pacientes, y en situaciones de emergencia podía tener capacidad para tratar a 2.000 personas. Los integrantes de la orden atendían a hombres y mujeres enfermos de diferentes religiones y también acogían a niños recién nacidos que eran abandonados por sus progenitores. Esos huérfanos eran atendidos con gran devoción y de adultos pasaban a integrar la orden militar, señala el comunicado. La AAI destaca sin embargo, que en cuanto a medicina e higiene, los cruzados eran completamente ignorantes; por lo que la orden se servía de galenos árabes musulmanes, cuyas habilidades en medicina ya eran conocidas en la época.
Utilizado como establo El gran gobernante del mundo islámico Saladino (1138-1193) vivió cerca del hospital tras la derrota de los Cruzados; renovó y conservó el edificio y les permitió continuar residiendo en el lugar y atender a la población de Jerusalén. El edificio se derrumbó en un terremoto ocurrido en 1457 y sus ruinas quedaron sepultadas hasta el período Otomano. En la Edad Media, parte de la estructura fue empleada como establo y se han encontrado huesos de caballos y camellos, así como enormes cantidades de metal para herrar a los animales.
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