El ataúd de un cananeo del siglo XIII antes de Cristo ha sido descubierto por un instaladora de gas en Israel. El hallazgo muestra la influencia de la cultura egipcia en la época durante la denominada Tardía Edad del Bronce. Entre los objetos hallados en su interior se encuentran un anillo de oro con el sello del faraón egipcio de la época, Seti I, y un escarabeo. Seti I fue el padre de Ramsés II. El ataúd en sí mismo es un importante descubrimiento porque sólo la élite de la época podía permitirse uno, o al menos uno de este tipo. Se trata de un ataúd cilíndrico, compuesto de arcilla y antropoide, es decir, con la forma a grandes rasgos de un ser humano en el exterior. Si bien ya se habían descubierto este tipo de ataúdes de estilo egipcio en Israel, el hecho de poder dar una fecha exacta al ataúd, así como su buena conservación, refuerzan en gran medida la hipótesis del control egipcio de la zona. Alrededor del esqueleto se han encontrado varias obras de cerámica, como suele ocurrir en las tumbas egipcias, además de una daga y un cuenco de bronce. Colocar esos objetos junto a los muertos tenía dos propósitos: ofrecer un regalo a los dioses, y dar sustento al fallecido en la otra vida. También había enterrados cerca del ataúd dos hombres y dos mujeres, los cuales probablemente fuesen familia del fallecido. Los investigadores opinan que, como las vasijas enterradas con el cuerpo se produjeron localmente, lo más probable es que el fallecido fuese un cananeo que trabajaba al servicio del gobierno egipcio. El mayor indicio es el escarabeo enmarcado en oro, que se usaba para marcar documentos oficiales. La Autoridad de Antigüedades de Israel está considerando la posibilidad de tomar muestras de ADN del esqueleto. Por difícil que parezca, estas muestras podrían aclarar si el fallecido era un cananeo o un egipcio que murió en Canaán.
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