Escalar las montañas más altas de las cordilleras de América para transmitir respeto por el medio ambiente y por las culturas milenarias, así como difundir valores de cooperación, solidaridad y superación personal. Estos son los principales objetivos del proyecto de Francisco y Félix Romero denominado “Cumbres del Pacífico”. Todo un reto deportivo que vertebra una iniciativa para promover el acercamiento de los castellano-manchegos a la realidad social, ambiental y cultural de los pueblos americanos. En palabras de los hermanos Romero: “No sólo queremos subir sus montañas, queremos también mandar un mensaje sobre la importancia del cambio climático en sus glaciares, de la deforestación en la Amazonía, de la situación de los pueblos indígenas americanos, de los efectos de la emigración o del impacto de la pobreza en la región andina”. Hasta la fecha, ya han desarrollado tres etapas, las correspondientes a los techos de Bolivia, Argentina y Ecuador, todos por encima de los 6.400 metros. Ahora les espera el volcán Ojos del Salado, la cúspide de Chile, con otros 6.893 metros de altitud, a cuya ascensión dedicarán -al menos- dos semanas. El Ojos del Salado es, a su vez, la segunda montaña más alta del mundo fuera de Asia, y de una magnitud equivalente al Cerro Aconcagua (Argentina) de 6.960 metros, la cima de América, a la que esta pareja de hermanos ya subió en el año 2004. Sin embargo, su ubicación en una de las zonas más áridas, frías y remotas del planeta, el desierto de Atacama, hace que coronar este coloso se convierta en una prueba nada fácil de superar. Tras esta expedición, el Proyecto Cumbres del Pacífico abordará una serie de exposiciones y conferencias para acercarnos a rincones increíbles de América, de sus pueblos y de su medio ambiente, pero también de nuestra historia común. De hecho, cerca de esta montaña se encuentra el denominado paso de San Francisco por el que el conquistador Diego de Almagro alcanzó Chile en 1536.
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