Setenta años después del Desembarco de Normandía un equipo multidisciplinar de investigadores, arqueólogos, técnicos, historiadores, veteranos y cineastas, ha investigado como nunca antes los fondos marinos de las playas de la invasión aliada. Dotados con la más alta tecnología han localizado muchos pecios: tanques, lanchas, pertrechos; y han identificado otros, en un trabajo que lleva realizándose más de un año y que aportará, cuando concluya, un conocimiento completo del inmenso yacimiento arqueológico de más de 500 kilómetros cuadrados. Un lugar fundamental de la historia del siglo XX que ahora espera la protección cultural de la UNESCO. Aquellas playas también recibieron su nombre de guerra. Fueron Sword, Juno, Gold, Omaha y Utah. Orillas donde se vivieron escenas terribles, donde se contó la muerte de 20.000 soldados, entre alemanes y aliados, solo aquel día 6 de junio de 1944, cuando las oleadas de lanchas LCVP, atestadas de hombres, se sucedían bajo un fuego infernal, tan intenso que muchos de sus equipos, barcos, tanques, municiones, acabaron en el fondo junto a tantos camaradas.
400 pecios documentados Los primeros resultados de esta investigación dejaron de ser un secreto cuando se estrenó en Francia el documental titulado «Día D: ellos inventaron el desembarco», filme de Marc Jampolsky producido por MC 4/ LCL. Desde el Drassm, la agencia francesa de arqueología subacuática, Olivia Hulot y Michel L’Hour, su director, relataron al periódico ABC los detalles de un proyecto que comenzó en 2011, cuando Sylvain Pascaud propuso un nuevo inventario del yacimiento. El trabajo de campo comenzó en julio de 2013, bajo un estricto secreto protegido por la Marina, con un equipo de 40 personas, entre arqueólogos, historiadores, técnicos de submarino, vehículos remotos y AUV, así como los tripulantes del buque del Drassm, el André Malraux y del catamarán Etoile Magique. Hulot confiesa que no se puede navegar por esas aguas, máxime si se investiga el Día D, sin dejar de sentir emoción ante el sacrificio del que fueron testigo. Con equipos de sonar y sondas multihaz se ha trazado la más completa batimetría (mapa de profundidad) de la zona y una exploración sistemática de los restos. Han hallado más de 400 vestigios de naves y carros. El resultado de esta exploración con tecnología de la era espacial, unida a una intensiva investigación en archivos, ha dado como primer fruto una base de datos impresionante. Toda esa información ha servido a Dassault Systems para crear un modelo 3D del desembarco y los equipos que puede verse en el documental.
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