Cerca de Hardknott Pass, en el condado Cumbria situado al noroeste de Inglaterra, los arqueólogos han descubierto las ruinas de un fuerte romano. El campamento está situado en una zona estratégica que ofrece una increíble panorámica del extenso valle de Eskdale. La estructura se construyó durante el reinado del emperador Adriano, que gobernó desde el año 117 a 138 d. C., y formó parte de una serie de fortificaciones que protegía la frontera romana al norte de Britania.
Lo más singular de este hallazog es que los investigadores han constatado que las puertas de esta antigua fortificación romana están alineadas con la luz del Sol en los solsticios de verano e invierno. En estas circunstancias, las cuatro entradas del fuerte se iluminaban durante los días más largo y más corto del año y se producía una escena espectacular.
Los solsticios son los momentos del año en los que el Sol llega a su menor o mayor altitud en el cielo a causa de la inclinación del eje de la Tierra en cada momento. De esta situación resultan los días más largos o más cortos del calendario, dependiendo de si estamos en verano o en invierno.
En un estudio publicado en la revista Philica, por la investigadora Amelia Carolina Sparavigna del Politécnico de Turín, se afirma que los antiguos romanos proyectaron la construcción de este fuerte de manera intencionada para que, en el solsticio de verano, el sol se alineara con las puertas noreste y suroeste, y reflejara la luz a las otras dos. La acción se repetía en invierno aunque, al contrario, en esta época se iluminaban las puertas sureste y noroeste. Asimismo, la fortificación cuenta con cuatro torreones que coinciden con los puntos cardinales.
A pesar del tiempo que ha transcurrido, el diseño de la construcción es tan preciso que los investigadores han tenido que valerse de un software para calcular los ángulos en los que el Sol del solsticio sale y se coloca encima del fuerte. Los ingenieros romanos decidieron colocar el fuerte en esa posición y adaptar su diseño para lograr la captación de este fenómeno a la perfección, pero sin usar ninguna herramienta informática, claro está.
Según Sparavigna, la de Cumbria no es la única construcción romana que se encuentra alineada con la luz solar, sino que hay más ejemplos en el Imperio. Este es el caso de otra estructura, al norte de África, cuya posición coincide curiosamente con la dirección de la salida del Sol en la fecha en la que cumplía los años el emperador Trajano. De la misma forma, este tipo de diseños era muy corriente en los campos militares y, además, se usaba en las construcciones de los nuevos lugares conquistados. Es probable que los romanos, con este tipo de posicionamientos, pretendieran hacer algún tipo de homenaje a sus diosesy al Sol.
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