Los investigadores que estudian las momias del Museo Vaticano han descubierto que, al menos, dos de ellos son falsas.
Alessia Amenta, egiptólogo y conservador del departamento del Museo del Vaticano para las antigüedades de Egipto y el Cercano Oriente ha asegurado que "estas momias son una prueba importante del fenómeno de la falsificación, que logró engañar regularmente a coleccionistas y estudiosos durante largo tiempo".
Los científicos de laboratorio de diagnóstico del Museo del Vaticano para la conservación y la restauración presentaron el pasado jueves 21 de enero de 2014 los análisis de dos falsificaciones de momia y han puesto de relieve las técnicas utilizadas por los charlatanes para hacerlas pasar como auténticas. Los dos falsificaciones están entre los 9 cuerpos momificados completos y 18 partes del cuerpo alojadas en colecciones del Museo Vaticano. Los investigadores iniciaron el Proyecto de la momia del Vaticano en 2007 para iniciar la catalogación, estudio y conservación de las muestras humanas, que necesitan sistemas especiales de control climático para frenar el proceso de descomposición y proteger el ADN que podría arrojar nueva luz sobre la evolución genética de las enfermedades de hoy en día.
La momificación del cadáver, para preservar el cuerpo para la eternidad, se practicó en el antiguo Egipto durante casi cuatro mil años. Muchas momias lograron sobrevivir intactas hasta el día de hoy pero también hay decenas de falsificaciones que se remontan a la época de la "manía momia" que se desató tras la expedición a Egipto de Napoleón, 1798. En los EE.UU. y Gran Bretaña sobre todo, se hacían exhibiciones públicas de restos antiguos en el "té de la tarde", con espectadores que a veces pagaban generosamente para ver qué había dentro.
Un TAC 3D reveló que dentro de las vendas había un hueso de la espinilla, la tibia de un adulto de la época medieval. Radiografías, tomografías computarizadas, pruebas de ADN y otros diagnósticos están llevando a cabo en varias otras momias reales en el Vaticano han revelado detalles fascinantes sobre la vida de la persona embalsamado. Una momia tenía un pequeño tumor en su cuero cabelludo, mientras que otro que se creyó durante mucho tiempo de ser mujer, resultó ser un hombre.