Arqueólogos estadounidenses que realizaban excavaciones en la zona de Al Qarna, en Luxor, a unos 600 kilómetros al sur de El Cairo han descubierto una tumba que pertenece a Amenhoteb. El sepulcro tiene forma de letra T y está formado por una primera sala de 5,10 y 1,50 metros de largo y ancho, respectivamente.
Esta sala conduce con dirección al este a otra que tiene un pequeño nicho inconcluso y una entrada a una cámara lateral de dos metros cuadrados, que tiene en su centro un pozo. El pozo puede que conduzca a la cámara mortuoria.
Una nota distribuida por el ministerio de Antigüedades asegura que los muros internos de la cripta están ornamentados con relieves policromados que representan al fallecido y a su esposa frente a una mesa de ofrendas.
Por su parte, el director general de Antigüedades del Alto Egipto, Sultan Aid, añadió que la tumba fue dañada premeditadamente, ya que algunas de sus escenas e inscripciones jeroglíficas fueron raspadas, entre ellos los nombres y títulos del dios Amón y del difunto. Estas acciones fueron perpetradas durante la revolución religiosa que aconteció durante el periodo del faraón Akenaton.
Akenatón, conocido también como Amenofis IV, fue uno de los faraones más importantes del Imperio Nuevo (1539-1075 a.C.), por ser el primer monarca que instauró el monoteísmo, desplazando al dios Amón y eligiendo a Atón.