Investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) descubrieron que la pirámide de Kukulcán, en la zona arqueológica de Chichén Itzá (península de Yucatán), está construida sobre un cenote.
El cuerpo de agua fue detectado mediante una tomografía eléctrica en tercera dimensión, al partir de la cual los expertos estiman que mide entre 30 y 35 metros en su parte más larga y la profundidad es de alrededor de 20 metros.
"Debajo de la pirámide detectamos un cuerpo acuoso que está rodeado de piedra caliza, y esto indica que es muy posible que esté asentada sobre un cenote", dijo el investigador del Instituto de Geofísica (IGf) de la UNAM René Chávez.
Explicó que la parte superior del cenote no está colapsada y que la pirámide se ubica sobre una capa de roca caliza de unos cinco metros de grosor.
El grupo de investigadores diseñó 96 electrodos planos, no convencionales, que colocaron alrededor de la pirámide El Castillo y durante cinco días de trabajo ininterrumpido obtuvieron 8.650 puntos de observación.
Ese registro les permitió una cobertura con una buena resolución lateral, mientras que de la parte superior obtuvieron información pero no a detalle.
El investigador dijo que todos los datos los obtuvieron mediante "observaciones indirectas".
La geofísica dio una respuesta, la cual ha generado "más preguntas que avasallan a la materia y que ahora debe responder la arqueología", apuntó.
Chávez contó que antes de concretar la investigación en El Castillo hicieron pruebas en la pirámide de El Osario o Tumba del Sumo Sacerdote, que se ubica a unos 160 metros y que tiene características similares a la de Kukulcán, de unos nueve metros de altura y 45 metros por lado.
El investigador de la Facultad de Ingeniería, Andrés Tejero, destacó que "la geofísica siempre tiene un rango de incertidumbre y los cálculos y los datos la reducen".
"¿Tenemos la certeza de que exista? Sí, de las dimensiones son las que no podemos asegurar. ¿Que si El Castillo está abierto sobre el cenote? No. Tampoco sabemos a qué profundidad está", precisó.
Agregó que el cenote no está "centrado" y que es posible que exista una conexión entre los cuerpos de agua de El Osario y El Castillo.
La investigadora Denise Argote, del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), dijo que al tener "la analogía entre El Castillo y El Osario se llegó a esa conclusión".
El grupo tiene confirmada para octubre una segunda etapa de trabajo de campo, en la que se reconstruirá el interior de la pirámide, se verificarán sus etapas constructivas y se precisará qué ocurre con su estructura.
La investigación, financiada por la UNAM, será presentada en un congreso internacional de geofísica en Turín, Italia, en septiembre.
Además de Chávez, Tejero y Argote, en la investigación también participan Gerardo Cifuentes y Esteban Hernández, del Instituto de Geofísica.