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Foto cortesía del Dr. Eilat Mazar, por Ouria Tadmor. | Este hallazgo ha desenterrado el primer texto alfabético, único en su tipo jamás descubierto en Jerusalén. La inscripción, en cananeo, está grabada en un fragmento de una “pithos”, jarra de cerámica sin cuello, encontrada junto con otras seis en las excavaciones que la Universidad Hebrea de Jerusalén realiza en la cima de la Ciudad de David y el muro oeste del Templo. Data del siglo X a.C., precediendo en 250 años la primera inscripción conocida en hebreo en Jerusalén (de la época del rey Ezequías, siglo VIII a.C.) La inscripción (no está completa) fue grabada cerca del borde de la jarra antes de que fuera desechada y utilizada para estabilizar el relleno de tierra del edificio donde fue encontrada. Está grabada en escritura proto-cananea/cananea (siglos XI y X a.C.), anterior a la regla de Israel y la prevalencia de la escritura hebrea. Leyendo de izquierda a derecha, el texto contiene una combinación de letras de aproximadamente 2,5 cm de altura, que se traducen en m, q, p, h, n, (posiblemente) l, y n. Dado que esta combinación de letras no tiene sentido en idiomas semíticos conocidos, el significado de la inscripción se desconoce. Los arqueólogos sospechan que la inscripción especifica el contenido de la jarra o el nombre de su propietario. Debido a que la inscripción no es en hebreo, es probable que haya sido escrito por uno de los no residentes de Jerusalén, tal vez jebuseo, que formaba parte de la población de la ciudad en la época de los reyes David y Salomón
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