Chipre La cuna de Afrodita |
|||||||||||||||||
En una recóndita esquina del Mediterráneo, se encuentra Chipre, una isla que tiene todo para sorprenderte: Paisajes y playas, monumentos y ruinas, mitología e historia, cultura y gastronomía... Hoy es un país mayoritariamente griego y, en parte, turco que lucha por dar a conocer sus virtudes y superar sus defectos en un entorno privilegiado rodeada de aguas esmeraldas.Texto: Patricia Hervías Fotos: Josep Guijarro |
|
||||||||||||||||
|
|||||||||||||||||
Hoy está repleta de teatros y villas romanas, iglesias y monasterios bizantinos, castillos erigidos por los cruzados y asentamientos prehistóricos. Chipre, a pesar de sus reducidas dimensiones, posee una rica herencia cultural que se refleja en los numerosos monumentos y yacimientos arqueológicos. En Chipre se puede observar de cerca los restos de las más antiguas civilizaciones del mundo, cuyas raíces se hunden en 10.000 años de historia. Estamos frente a un gran museo al aire libre donde se pueden admirar numerosos testimonios de un pasado que ha hecho del territorio un mosaico de periodos y civilizaciones. Un paseo por sus playas A la mañana siguiente de mi llegada, quedé impresionada por el color del mar cuando me dirigí a una de las playas más famosas del país, Nissi Beach que, aunque personalmente no me parece una gran maravilla, admito que me impactó la cristalinidad de sus aguas y su vivo color turquesa. Esa impresión se convirtió en admiración al llegar a Cabo Greco, donde en los albores del año 2000 se reunieron miles de personas para ver aparecer el Sol del nuevo milenio. Allí, la fuerza de la naturaleza ha realizado un complejo pero bello entramado de cuevas, en el que las olas y las oquedades conforman un hermoso paisaje, digno de los dioses griegos. Pongo rumbo a Agia Napa para conocer la relación de Chipre con el mar. Allí se erige el museo Thalassa que muestra como los habitantes de la isla se han movido siempre alrededor del mar Mediterráneo. Tanto es así que, en el centro de su exposición, se expone un barco del 365 d.c que fue encontrado hundido en las costas de Kerinia con un cargamento de vino y aceite. Tanta es esa interacción con el mar, que una de sus fiestas más importantes se llama Kataclismos, (diluvio en nuestro idioma), que se celebra a principio de junio y que -dicen- hace referencia al castigo bíblico, un acontecimiento que los científicos han tratado de explicar remitiendose a un tsunami que sobrevino tras la gran explosión de Santorini hace miles de años. La ciudad que hoy conocemos como Lanarka (donde se sitúa el aeropuerto), era conocida antiguamente como Kiti, nombre que recibía un familiar de Noé… curioso ¿verdad? Agia Napa es conocida como la Ibiza de Chipre, está situada en el extremo oriental y goza de una animada vida nocturna pero, como aún no ha llegado la noche y el sol aprieta, las calles están solitarias hasta el monasterio de Agia Napa. Se trata del núcleo fundacional de la población y de la que toma el nombre por una curiosa historia. De época veneciana, este monasterio está excavado en la roca donde -según la tradición- fue encontrado un icono de la Virgen donde rezaba Panagia (Señora del Todo). Como el pastor que la encontró miró la inscripcón a través de un espejo (una superstición muy extendida) leyó Agianapa, que es como se conoce hoy la población. De iglesias y paseos Otro enclave significativo de la isla es Lefkara, un pueblo situado entre colinas que sobresale por su belleza y por su profusión de leyendas. Una de las más llamativas tiene como protagonista a Santa Elena. Se dice que en el siglo IV, tras recuperar en Tierra Santa muchas reliquias de la Pasión de Cristo, se dirigió a Grecia, su tierra natal, llevando consigo un trozo de la veracruz. Un error en la navegación llevó su embarcación a la bahía de Larnaka. Suponiendo que fue un deseo del Altísimo dejó un pedazo de la supuesta cruz en la iglesia de Stavrovouni, en Lefkara. El pueblo hoy es un lugar tranquilo y recoleto, con calles repletas de tiendas y mujeres sentadas a lapuerta de sus casas realizando encajes y bordados hechos a mano que forman parte del Patrimonio Cultural de la UNESCO. Estas preciadas artesanías -que reciben el nombre de bordado lefkarítiko- empezaron a florecer en esta localidad durante el período del Imperio Veneciano, cuando éstos venían a veranear a estas tierras. Una leyenda asegura que entre 1480 y 1485 estuvo aquí Leonardo da Vinci y compró el paño del altar que donó a la catedral de Milán. La filigrana del mantel que aparece pintado en su mítica Última Cena procedería entonces de Chipre. Por este motivo Lefkara realizará en 2012 una exposición sobre da Vinci en el que se mostrará el documento que el Vaticano donó en 1986 certificando que el magnífico artista renacentista pasó un periodo de su vida en el pueblo. Paseo por estrechas callejuelas hasta llegar a iglesia ortodoxa que conserva en su iconostasio un supuestofragmento de la Veracruz que Santa Elena llevó consigo desde Tierra Santa hasta Constantinopla. Tras una puertecita ricamente policromada me conmueve encontrar la reliquia en el centro de una cruz de plata con escenas de la Pasión de Cristo. La visita a las iglesias y monasterios ortodoxos constituye otro atractivo de Chipre pues, no en vano, fue uno de los primeros lugares donde se predicó el cristianismo.En Larnaka se halla, por ejemplo, la tumba de Lázaro que fue descubierta en el año 48 por San Pablo y San Bernabé. Otro lugar sagrado es el Monasterio Machairas (Macario). Cuenta la leyenda que un eremita encontró uno de los iconos que San Lucas pintó secretamente en Asia Menor y lo llevó a este lugar. Desde fuera parece estar colgado de la roca y, en su interior, habitan sólo ocho monjes ortodoxos que tienen normas de convivencia muy estrictas. En Chipre existe, también, una estación de sky ubicada en lo más alto del macizo Troodos, a 2.000 metros de altitud recibe el nombre de Monte Olimpo y he comenzado a recorrerlo por serpenteantes carreteras que discurren entre pinos y cedros. Un paisaje que contrasta con el de la costa mucho más seco. Las montañas de la región de Troodos, están repletas de monasterios medievales, ornamentados con frescos, aldeas vitivinícolas y agradables parajes. Resultan parada obligada las famosas “iglesias pintadas” de Chipre, decoradas con espléndidos frescos en ábsides y muros. Una decena figuran en el elenco del Patrimonio Cultural de la Humanidad de la UNESCO. Puedo admirar los de la iglesia de San Nicolás, que se remontan al siglo XI. Lo que hoy es un pequeño recinto, formaba parte de un monasterio que posiblemente fue destruido por los Otomanos o, tal vez, por un terremoto. Nadie sabe a ciencia cierta. Se erige en las proximidades de Kakopetria (Piedramala). Su interior está prolíficamente decorado. Me impactan la viveza de los colores a pesar del tiempo transcurrido. Presto atención a una curiosa escena dentro de un fresco. Pedazos de historia Regreso de nuevo al mar para dirigirme a la evocadora ciudad de Pafos. Lo que más me llama la atención son los mosaicos de las Casas de Dionisos, Teseo y Aion que durante siglos fueron conservados bajo tierra. Son un museo al aire libre con el mar de fondo. Están considerados como unos de los mejores mosaicos del Mediterráneo Oriental y representan escenas varias de la mitología griega. Muy cerca de este enclave arqueológico podemos visitar el Castillo de Pafos, que se erige en el puerto y que fue construido como una fortaleza bizantina para protegerlo. Posteriormente fue reconstruido por los lusitanos. Déjate seducir por la música griega que suena en los locales y restaurantes, disfruta de un mezze (lo que viene siendo ir de tapas) y disfruta de un par de tragos típicos: el ouzo y la zivania. No lejos de Pafos se halla otro punto de interés; la playa de “Petra tou Romiou” donde -según la tradición- la diosa Afrodita emergió de las aguas. Está repleto de turistas que se toman fotos, de guijarros que dibujan corazones en la arena o de arbustos repletos de lazos exortando al amor. Quién busca un amor o fertilidad, viene a este lugar y le pide a la diosa sus reclamos con esta ofrenda. No puedo marcharme de Chipre sin visitar una de las ruinas más impresionantes: Kourion, cuyas ruinas se encuentran en uno de los sitios más fértiles de toda la isla. Desde aquí pude disfrutar de los diferentes tipos de construcciones; la necrópolis, la Casa de la Fuente, la Casa de Aquiles, el Nymphaeum y la Casa de los Gladiadores... Sin embargo, el punto más espectacular es su impresionante teatro Greco Romano, que fue completamente restaurado y en la actualidad es usado representaciones musicales y teatrales al aire libre. Viajar a Chipre es descubrir historia, vida, comida como la que no paré de degustar una y otra vez. Dónde los frescos sabores mediterráneos se siguen cocinando de manera tradicional. He descubierto un país lleno de historia y tradiciones que merecen ser conocidas. |
GUÍA PRÁCTICA |
Este reportaje ha sido leído por 7250 personas. Si te ha gustado compártelo entre tus amig@s:
|
COMENTARIOS |
No hay comentarios sobre este reportaje. Se el primero en añadir el tuyo, tu opinión es importante. |
DEJA TU COMENTARIO |