Lisboa (Portugal)

Hotel Dom Pedro Palace

En pleno centro de Lisboa se encuentra situado un oasis de lujo y tranquilidad: El hotel Dom Pedro Palace. Este hotel se encuentra ubicado en Amoreiras, en el coraz�n de la capital a muy poca distancia de las principales atracciones tur�sticas, de la zona donde pueden encontrar la m�s animada vida nocturna.

La ciudad de Lisboa tiene un encanto decadente que hace que te puedas enamorar de sus calles, de sus recovecos, de sus pequeños rincones llenos de historias suspendidas en el aire y sobre todo de sus encantos arquitectónicos. Pero dentro de esta romántica estampa, la modernidad se abre paso creando espacios que se convierten en vanguardia o en estandartes de buena oferta hotelera. Es entonces cuando el nombre del hotel Dom Pedro Palace salta a la palestra, como uno de eso lugares donde la modernidad se ha sabido unir al más exquisito de los lujos clásicos.
Este hotel nació de la mano del Grupo Hoteles Dom Pedro, creado hace 37 años por un empresario italiano, Pietro Saviotti, que abrió su primera propiedad en la isla de Madeira. Desde ese momento, su hijo Stefano Saviotti, comenzó a convertir al Grupo Hoteles Dom Pedro en una de las cadenas hoteleras con mayor éxito de Portugal. Y fue en 1998 cuando se decidió abrir éste, combinando estas dos máximas imprescindibles para situarse en una ciudad como Lisboa. Ahora es un edificio de 21 plantas que se ha convertido en referente, porque a la vez de unir esas dos cuestiones, tiene una espléndidas vistas de la bella ciudad lisboeta y del río Tajo. Algo que no todas las ofertas hoteleras pueden igualar.
Son más de 263 habitaciones, suites incluidas, donde la decoración clásica es su seña de identidad. En ellas las camas extra grandes y las salas de estar son un estándar. Se dividen en cuatro categorías diferentes de las cuales 176 son habitaciones clásicas se encuentran distribuidas entre las plantas 4 y 14 en las que todas tienen camas extra grandes y prestaciones tales como una zona de trabajo o acceso a Internet de alta velocidad. Luego hay 59 que son habitaciones tower, situadas en las plantas superiores, entre los pisos 15 y 19. Estas han sido diseñadas y equipadas para ejecutivos y cuentan con prestaciones como fax o acceso a Internet de alta velocidad. Las habitaciones tower tienen un tamaño de unos 28 m². Los huéspedes pueden disfrutar también de acceso libre al SPA y a la sala VIP de la planta 19, con sus vistas panorámicas sobre la ciudad y el río Tajo. Las habitaciones Premium, cuentan con más espacio, 32m2 y vistas del Tajo y la ciudad. Y por último el Penthouse Suite es el alojamiento más exclusivo de Portugal. Abarcando la totalidad de la planta más alta del Hotel Dom Pedro Palace, su situación privilegiada ofrece una vista de 360^o de toda la ciudad. Con una superficie de más de 420 m² y un ascensor de seguridad privado, la Penthouse Suite cuenta con un elegante mobiliario y un área de conferencias que garantiza una completa privacidad y exclusividad.
Posee dos restaurantes diferenciados, en los que podrá disfrutar de una variada gastronomía dependiendo de la hora en la que se encuentre. El Bistró Café, es el lugar donde todas las mañanas se ofrece el desayuno, y a lo largo del día puede tomarse una copa, cocktail, café o una comida ligera. Pero para los más sibaritas, para aquellos que disfrutan con la buena cocina, pueden deleitar su paladar en el restaurante Il Gattopardo, nombre tomado de la famosa película de Visconti. Además de recrearse con una experiencia gastronómica verdaderamente italiana, también estaría rodeado de una decoración ideal para imbuirse en el espíritu del hotel. En verano es ideal, pues tiene una terraza al exterior verdaderamente hermosa.
Pero para aquellos que el estrés de los viajes, las compras o los paseos por Lisboa los conviertan en carne de Spa, el hotel tiene donde complacerlos. Dentro de sus paredes podrás disfrutar de su espacio para la salud y el relax con: piscina, saunas, gimnasio y salas para tratamientos específicos.
Sinceramente, hablamos de una experiencia indispensable de pasar si se vive una escapada o vacaciones en la bella ciudad de Lisboa. No puede dejar de visitarse, aunque sea para tomar una copa en alguno de sus evocadores rincones.