Belmonte concentra 25.000 visitantes gracias al Campeonato Mundial de lucha medieval

El equipo de Estados Unidos, vencedor de este evento celebrado por primera vez en España

Un momento de la competición Más de 25.000 personas visitaron el Castillo de Belmonte (Cuenca) con motivo del Campeonato Mundial de Combate Medieval, en el que más de 400 luchadores procedentes de 18 países han combatido utilizando réplicas de armas y armaduras de la época.
“Estamos muy satisfechos con la gran acogida que ha tenido este evento entre el público español. Más de 25.000 personas se han acercado al castillo para conocer de primera mano en qué consiste este atractivo y desconocido deporte”, afirma la organización del evento.
“Con estos buenos resultados –añaden– esperamos volver a tener la oportunidad de celebrar el año que viene una competición internacional de este deporte y seguir acogiendo campeonatos de este tipo”.
En esta edición, el equipo de Estados Unidos ha sido el gran vencedor, logrando medallas en casi todas las categorías. En la competición de 5 vs. 5, Estados Unidos ha ocupado el primer puesto, por delante de Polonia y Alemania; y en la espectacular batalla de 16 vs. 16, también ha vencido el equipo estadounidense, quedando en segundo y tercer puesto Polonia y Dinamarca, respectivamente.
Asimismo, la Selección Española –una de las más jóvenes del Mundial– ha jugado un buen papel en esta competición. El equipo fue campeón de su grupo en 5 vs. 5 –fueron eliminados en octavos– y llegaron a las finales femenina y masculina de espada larga.
El Campeonato Mundial de Combate Medieval comenzó el jueves 1 de mayo con un desfile de inauguración, en el que los 18 países participantes paseaban con sus banderas y su equipación delante del público, que les recibió con fuertes aplausos.
Además de los combates en sí mismos, los asistentes han podido disfrutar de todo tipo de actividades, como exhibiciones de cetrería, juegos medievales para los más pequeños de la familia, representaciones teatrales dentro del castillo –con varias funciones al día–, restaurantes de varias clases y un mercado de artesanía medieval de altísima calidad, con puestos de lo más variopintos: joyas medievales, enseres domésticos tradicionales, cueros, armaduras y armas con las que luchan los combatientes, bebidas tradicionales como el hidromiel, etc.